El primer paso para dejar de pertenecer a Gozón es que la mayoría de los vecinos de Cardo estén a favor de la segregación, para lo que el secretario municipal tendrá que acreditar que las firmas que suscriben la petición pertenecen a vecinos que figuran en el padrón municipal. Luego se debe constituir una Comisión promotora que deberá justificar la motivación para pasar a ser de Carreño, en la que aportarán diversa documentación de que la escisión no va a afectar a la solvencia de los dos concejos, entre otros asuntos. Una vez hechos estos trámites, la Comisión deberá remitir la documentación a los dos ayuntamientos que tendrán que someterla a información pública al menos 30 días para luego llegar a un acuerdo en el plazo de dos meses.

Una de las justificaciones que se debe documentar es que si Cardo perteneciera a Carreño habría «mejoras en la prestación de servicios públicos, especialmente de los de carácter obligatorio». También que exista una «insuficiencia de medios económicos, materiales o personales» para atender estos servicios, entre otros factores. En el supuesto de que los vecinos no cuenten con el respaldo de los dos ayuntamientos, podrán elevar su petición al Principado si la insuficiencia de recursos económicos «resulte de notoriedad acusada». En el caso de San Pedro Navarro (Valliniello), la solicitud de escisión fue acompañada de 147 firmas, además de los nombres de otros 54 vecinos que no sabían escribir. Uno de sus argumentos para pertenecer a Avilés era la proximidad a los servicios sanitarios y a los sistemas de justicia, ya que para llegar a Luanco tenían que recorrer nueve kilómetros y disponer de un vehículo para ello, según detalla el acta de escisión.

De aquella, hubo una dura negociación económica entre los alcaldes de Avilés y Gozón. La documentación recoge algunas de las contraprestaciones que exigía el segundo a cambio de ceder instalaciones como la escuela de Navarro. Reivindicó 2.524,29 pesetas por el proyecto de las escuelas de Navarro, Cardo y Manzaneda.