Descarga la portada en .pdf >> Número 133. Junio 2016

Landi y su máquina de escribir, con la que no solo escribía noticias de infarto, sino que también contestaba a los lectores. (M. T. C.)

UNA CALLE PARA LA PLUMA DE EL CASO

Las nietas de Margarita Landi quieren que Candás, Gijón o Madrid

dediquen una calle a la periodista de raza que falleció en Albandi

Junio 2016 / La Contra

PAULA F. SUÁREZ (Albandi)

Vivió intensamente por y para el periodismo comprometido. Era una profesional de raza, que sabía leer entre líneas y no se conformaba con la comunicación oficial. Una pionera en tiempos de dictadura que, al calor del éxito de la serie El Caso, que Televisión Española está emitiendo, podría tener una calle en Candás. Las nietas de Encarnación Margarita Verdugo Díez, más conocida por Margarita Landi, quieren que Carreño, Gijón o Madrid le dediquen una calle.

¿Qué relación tiene con la Comarca? La popular pipa del periódico de sucesos más vendido en España vivió sus últimos días en Albandi. Falleció el 6 de febrero de 2004 en la residencia geriátrica San Pancracio, donde pereció con demencia senil. Allí recaló porque su único hijo, Ángel Torres, vivía cerca, en Gijón, tras casarse con una asturiana.

En la ciudad de Pelayo aún reside una de sus dos nietas, Macarena Torres Coro, quien recuerda que su padre, ya fallecido, intentó esto en la villa vecina, pero «el concejal que llevaba el tema dijo que no podía ser porque ella no había nacido en Gijón». Ahora, volverán a intentarlo, ya que la famosa periodista está enterrada en el cementerio de Ceares. No obstante, el lugar de procedencia de una persona no tendría que ser inconveniente. Sin ir más lejos, Candás tiene varias calles con nombres de personas que no son oriundas del concejo pero con vinculación con él, como Andrés Vázquez, zamorano que toreó muchas corridas en el muelle local.

Torres Coro remarca que Landi era una mujer muy sociable que no rehusaba ninguna invitación de asturianos que la querían conocer en persona. En esas citas entre cafés o sidras, contaba con pasión los casos que había investigado. «Le gustaba mucho hablar de su trabajo. Cuando ocurría algo en Galicia, Cantabria o Asturias, siempre pasaba una noche en nuestra casa de Gijón», destaca su nieta, que solía hablar con su abuela sobre las noticias relacionadas con el esoterismo y espiritismo, temas que también se tocaron en los primeros capítulos de la serie de Televisión Española.

NO CONFORMES CON LA SERIE
Las herederas del legado de Landi (este es el apellido de una de las abuelas de la periodista) no están del todo conformes con el personaje televisivo. «Mi abuela, por aquella época, tendría unos 40 años y en la serie la ponen como una veterana. Tampoco iba en un coche descapotable porque no lo tenía, era un deportivo oscuro», subraya Torres Coro. Otro apunte. Blanca Apilánez, la actriz que da vida a la periodista de El Caso, apenas protagoniza momentos en la serie cuando sí ocurrió en la vida real, y en vez de llamarla Margarita Landi, le cambian el apellido por el de Mollano. «Nos hubiera gustado que la serie fuese más fiel a la realidad, ya que también cambian el nombre de otros de los periodistas de El Caso», recalca la nieta. Sin embargo, poco pudo hacer la familia para aportar su parecer en el guión, ya que «nadie nos llamó para decir que iban a hacer la serie. Nos enteramos cuando leímos la noticia en una revista».

Diferentes momentos de la vida de Landi. (M. T. C.)

La familia desglosó además otros episodios más personales. Y es que Landi no tuvo una vida fácil. Se casó con un francés al que conoció en Madrid. Su pareja provenía de una familia de bien. Le dieron como regalo de fin de carrera unas vacaciones en España. Estalló la Guerra Civil española y lo mandaron engrosar las filas del ejército. Ella, mientras tanto, ayudaba a los enfermos en los hospitales de guerra. Ahí se enamoraron, pero poco duró el matrimonio. Él enfermó de tuberculosis y pasó sus últimos días en Valencia con unos familiares. Finalmente, pereció cuando la periodista tenía 28 años.

Fue en ese momento cuando su vocación informativa empezó a ser su sustento. Primero escribiendo cuentos infantiles y, más tarde, haciendo artículos de moda y entrevistas a famosos de la época como la duquesa de Alba, entre muchos otros, hasta que se incorporó a la plantilla de El Caso. Landi jugó un papel protagonista en el devenir de este medio de comunicación que abordaba todo tipo de sucesos e incluso ayudó a que la Guardia Civil o la policía resolvieran casos. Tenía tan buena relación con las autoridades que llegó a recibir el sobrenombre de «subinspector Pedrito». «La Guardia Civil le desvelaba todos los detalles de las investigaciones e incluso le dieron una pistola por su seguridad, ya que solía viajar ella sola o con otro periodista o fotógrafo por toda España, cuando las carreteras eran muy peligrosas y las paradas se hacían en bares de carretera alejados de poblaciones».