Descarga la portada en .pdf >> Número 152. Enero 2018

Natividad Fernández y Víctor Álvarez, con la pequeña «Nati». (TAREK HALABI)

Enero 2018 / La Contra

VICTORIA FERNÁNDEZ CAMACHO (Luanco)

Apenas sabe hablar, pero un día empezó a llorar y decir sin consuelo: «Cole no». Así empezó la dolorosa reivindicación de unos padres de Luanco que ha acabado en el Principado. La Consejería de Educación recibió el 12 de diciembre la denuncia de Víctor Álvarez y Natividad Fernández por la falta de inclusión en el colegio La Canal de Luanco de su hija, que tiene una discapacidad del 78%.

El consejero de Educación, Genaro Alonso, prometió celebrar una reunión para abordar el problema, que aún no se ha producido. «Queremos que nuestra voz se oiga para que ningún niño con discapacidad se sienta solo e incomprendido. Recurriremos a todos los medios que estén a nuestro alcance», sentencian los padres de la afectada.

«Sola e incomprendida», así es como se sentía, según su madre, la pequeña Natividad Álvarez Fernández «Nati», cada vez que acudía al centro escolar. La pequeña compaginaba la asistencia los lunes y martes al centro público para que pudiera relacionarse con otros niños de sus edad de forma normalizada con un refuerzo educativo en el colegio de Educación Especial San Cristóbal de Avilés. Pero debido a varias faltas de respeto ya no volverá más al colegio luanquín. 

«“Nati” apenas tiene vocabulario, por lo que le hicimos varias preguntas para que ella solo contestara si o no», explica la madre.

La Consejería de Educación recibe una denuncia por la falta de inclusión de una niña con discapacidad en La Canal

Fue entonces cuando se llegó a la conclusión de que los compañeros de clase se habían reído de la niña en varias ocasiones cuando se había puesto a empujar para hacer de cuerpo, algo que pudieron confirmar después. «Mi hija usa pañal y debido a un problema gastrointestinal congénito», explica la familia. 

Ante la negativa de asistir al «cole», Fernández se vio obligada a pedir explicaciones en el colegio donde le contestaron, según recoge la queja ante el Principado, que «no la podemos tener en una burbuja». Sin embargo, la directora del centro, Marta Prendes, dice que hay que entender que «son niños de tercero de Primaria a los que se les llamó la atención y ellos mismos prepararon unos murales con dibujos para pedir perdón y demostrar su arrepentimiento, diciendo que la querían. Llamamos a la madre para dárselo pero no vino a recogerlo».

El matrimonio disgustado decidió sacar a la pequeña del colegio y escribir una carta al consejero de Educación para dejar constancia de la falta de medios en un colegio público para atender a los alumnos con discapacidad. El documento denuncia la falta de cuidados de la niña durante el pasado curso y comienzo de este. Junto con la carta se adjuntó una hoja con las atenciones que iba a recibir «Nati» que no se cumplieron salvo el cambio de pañal. «Como padres  de una niña con discapacidad no podemos pasar por alto la nula diligencia del colegio despreciando totalmente el esfuerzo extra que requiere la inclusión de niños especiales», inciden. La directora de La Canal considera que esas opiniones  pueden hacer mucho daño a un colegio entero y que «jamás se le dejó de lado a la niña, al contrario, siempre se la quiso mucho», dice.

Marta Prendes considera que es importante un toque de atención a la Consejería de Educación para tener más asistencia en los colegios públicos y aclara que cuando la niña empezó a ir a la escuela solo había una auxiliar educadora que estaba todo el rato con ella pero, a día de hoy, son tres niños con necesidades especiales y solo una auxiliar. 

Un momento del exitoso y emotivo desfile. (T. H.)

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