Descarga la portada en .pdf >> Número 158. Julio 2018

07/07/2018

LORENA VENTURA (Candás)

 

Vivió una metamorfosis kafkiana a la inversa y el mundo se rindió a sus pies. De «gorda» –así la llamaban en un colegio de Candás que tuvo que abandonar– a ser una influencer con miles de seguidores (casi tantos como población tiene Carreño). Por si fuera poco, ha captado la atención de las principales cadenas de televisión del país con su imponente belleza. También la de un deportista profesional, que ahora prefiere olvidar porque «es una relación tóxica». Sara Felisa González Arrinda se mueve con soltura en un mundo superficial, pero reivindica que sigue siendo aquella niña de Xivares con sus inseguridades. Y es que el alma de una persona no se puede maquillar. «Por inteligencia no me pillas. Me encanta leer y estar informada, pero en lo subjetivo, la belleza, quizá sí, porque es algo que aún me duele», lamenta.

 

La joven de 22 años compagina los estudios de podología en una universidad privada de Madrid con incursiones televisivas «siempre que no me impidan ir a clase. No fui a una grabación porque tenía un examen», subraya. Precisamente esta ave fénix eligió su carrera porque de pequeña tuvo un problema de uñas encarnadas, aunque también le gustaría estudiar higienista dental o médica cirujana. Lo último podría ser participar en un reality para MTV, la archiconocida cadena de televisión estadounidense. «Quizá me eligieron porque mi padre (un ingeniero de Perlora que reside en Marbella) tiene un Hummer y dos barcos», explica olvidándose lo que ve en el espejo. La carreñense adelanta que sería un documental sobre su vida y la de otros nueve jóvenes.

 

Sara Felisa tiene tiempo para todo. «Cubro huecos para no pensar. Echo de menos a mi familia», lamenta. Estudios, «tele», redes sociales y también colabora como reportera deportiva en 10 radio y el periódico Vavel haciendo crónicas del Rayo Vallecano y el Real Oviedo, equipo del que es forofa. «Muchos futbolistas vienen a la radio por mí y suelen pedirme mi número de teléfono», admite. «Ahora los chicos se vuelven locos conmigo, incluso los que me repudiaban de niña. Unos me han pedido perdón y otros se han hecho los olvidadizos, pero les digo: ¿te acuerdas cuando me insultabas?», añade. De todas formas, aún guarda amigas y anécdotas positivas de la infancia. «Recuerdo cuando Claudia Sopelana y yo metimos una tortuga en el lavaplatos con arena. Se colapsaron las tuberías y hubo que cambiar todas las de la calle de la urbanización de Xivares», rememora.

 

Ella es un torbellino en internet, pero «no me gustan las redes sociales». Aún así cuenta con más de 10.000 seguidores en instagram y otros tantos en Facebook. De ahí que las marcas comerciales hayan percibido el filón y le cedan todo tipo de productos de belleza y prendas de ropa. ¿Cómo empezó el fenómeno Sara Felisa? Todo arrancó por un trabajo de la adolescencia. «Nunca quise pedir dinero en casa, así que formé parte de la última promoción de relaciones públicas de la discoteca Oasis y luego de Tribeca Gijón. Empecé a usar Tuenti como estrategia para fidelizar clientes pero, como estaba limitado a 500 amigos, siempre tenía que eliminar a unos para poner a otros. Y probé con Instagram», puntualiza.

 

«ES MUY BÁSICO»

De ahí dio el salto en 2015 a ser la pretendienta de Alberto Isla en «Mujeres, hombres y viceversa», formato que empezó en Telecinco y ahora celebra diez años en Cuatro. «No quería ir porque era una niña de Xivares menor de edad», explica. Ya con 18 años se decidió, a pesar de que su madre no soporta ese mundo. Y se enamoró de Madrid. «Fue mi vía de escape. Desde pequeña no me he sentido integrada. Pero estaba en una gran ciudad y me pagaban 125 euros por programa», recuerda. ¿Qué opina del próximo marido de «Chabelita» (hija de Isabel Pantoja)? «Es muy básico. No se podía hablar nada con él. Se nota que no tiene estudios», resume. Además considera que es un hombre interesado. «Le gusta mucho la “tele”. Se mueve por el caché».