Descarga la portada en .pdf >> Número 125. Octubre 2015

El Ayuntamiento negociará que se abra al público la planta baja del Palacio de la Pola

José L. García-Salinas Menéndez de la Pola entiende que para rehabilitar el inmueble «hay que generar recursos porque la situación está complicada»

Octubre 2015 / Gozón

PAULA FERNÁNDEZ (Luanco)

El Palacio de los Menéndez de la Pola, ubicado enfrente a la iglesia de Santa María de Luanco, es uno de los elementos patrimoniales del concejo con más interés para el equipo de Gobierno. La pretensión del concejal de Cultura, Manuel Hernández Barrios, pasa por negociar con su dueño, José Luis García-Salinas Menéndez de la Pola, para que se abra al público la planta baja así como los jardines, debido al alto valor cultural que posee esta edificación del siglo XVI. Se trata de un Monumento Histórico Artístico que estará incluido en el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de Luanco, una normativa urbanística que está ultimando Carmen Penche Somolinos, la arquitecta de la Mancomunidad.

El principal handicap es que necesita una rehabilitación antes de cambiar su uso para que sea una especie de museo de los Menéndez Pola. El edil de Cultura ve esencial mantener el palacio en condiciones, al tratarse de un bien incluido en el Catálogo Urbanístico de Gozón. García-Salinas Menéndez de la Pola considera, al hilo de este asunto, que para remozar el inmueble «hay que generar recursos porque la situación está complicada. Ni la administración ni los particulares tenemos recursos para ello», explicó.

La fórmula que prevé el Ayuntamiento para sacar rédito al palacio pasa por mediar para que puedan desarrollar parte del proyecto «Horizontes». «Seguro que la familia Menéndez Pola sigue teniendo interés en hacer un hotel en la parte trasera de la iglesia», vaticina Hernández Barrios. Esta sería la moneda de cambio en las negociaciones, aunque para ello deben conocer el contenido y las normativas del PERI, que está aún sin terminar. García-Salinas Menéndez de la Pola cree que la decisión de apostar por «Horizontes» se basa en «la voluntad política», y estima que «es una pena que no se retomen estas cosas en concejos con tanto potencial como Gozón». Hernández Barrios está pendiente a que se apruebe el PERI de Luanco para iniciar las conversaciones para retomar parte del «Horizontes».

El proyecto nació hace una década, en el verano de 2005, cuando García-Salinas Menéndez de la Pola junto al grupo constructor Dragados querían construir un campo de golf en Peroño, así como un club social con spa y un hotel en el espacio que hay justo al lado de la iglesia de Luanco. El palacio, por su parte, se convertiría en una sala de congresos. Anunciaron una inversión de 100 millones de euros (16.000 millones de pesetas) y la creación de unos 500 puestos de trabajo. Sin embargo, la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio del Principado de Asturias (CUOTA) dictaminó el 14 de octubre de 2010 que deberían hacer varios recortes en las edificaciones de Peroño. Pedían reducir su número (ya habían bajado de 500 a 390) y que las viviendas fueran unifamiliares y no colectivas, es decir, chalés en vez de bloques de pisos.

Al margen de que el palacio tenga su planta baja y jardines abiertos al público, el concejal de Cultura también quiere que los Pola «hagan un inventario de los bienes mueble que hay dentro del palacio» porque es uno de los requisitos que marca la Ley de Patrimonio, al igual que el deber de mantener en condiciones sus propiedades. El edil añadió que «estos edificios tienen una exención del 20% en el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles) para acometer eso (el mantenimiento)».

Queda conocer la posición del resto de partidos de la Corporación. Ya en 2005, Izquierda Unida se opuso a «Horizontes», tildando de «atentado» contra el patrimonio las pretensiones de construir un hotel al lado de la iglesia de Luanco. La portavoz de esta agrupación por aquel entonces, Gabriela Álvarez, dijo que «para sacar adelante esa propuesta brutal es necesario desafectar esos terrenos del PERI, descatalogar la finca y recalificarla para que se pueda urbanizar en la misma. Su obligación (la de la familia Pola) era rehabilitar el palacio y mantenerlo en buenas condiciones y, en cambio, lo que se pretende es adaptar las normas urbanísticas a un proyecto de un promotor privado. Es una locura a todas luces». En aquel momento presentaron varias mociones para que el Ayuntamiento comprase esa parcela, tasada en 120 millones de pesetas (unos 720.000 euros), para que se destinase a uso público.