Descarga la portada en .pdf >> Número 150. Noviembre 2017

Un administrador se enfrenta a 3 años de cárcel por apropiación indebida

El acusado se acoge a su derecho a no declarar en el

juicio sobre qué pasó con la derrama para instalar un ascensor

Noviembre 2017 / Carreño

LORENA VENTURA (Candás)

El administrador acusado de apropiación indebida se acogió a su derecho a no declarar en una de las múltiples causas a las que tendrá que hacer frente, según fuentes judiciales. El hecho de mantenerse en silencio agilizará el procedimiento, de ahí que está previsto que el primer juicio se celebre de manera inminente.

El pasado mes de octubre se abrió el procedimiento abreviado de acusación, en el que se dieron diez días para formular argumentos en contra M. D. A. de cara a la petición de pena e indemnizaciones tanto por parte de la Fiscalía como por parte del abogado que representa a una de las comunidades de propietarios afectadas.

La primera cita con los tribunales abordará la desaparición de unos 12.597,90 euros correspondientes al primer pago de una derrama que hicieron los propietarios de un bloque de pisos de la calle Carlos González Posada para la instalación de un ascensor. El administrador hacía las veces de intermediario y presuntamente cogió ese dinero, que nunca recibió la empresa Schindler. Al menos, el elevador sí se puso en el edificio, después de que los afectados hicieran un esfuerzo extra para abonar los costes de su colocación. Los dueños de los inmuebles tuvieron que afrontar una segunda derrama para volver a pagar este primer pago.

La acusación particular pide tres años de cárcel y multa para el M. D. A., mientras que el ministerio fiscal rebaja la pena a 21 meses. Cabe recordar que cuando dicha pena es inferior a 24 meses, si la persona no tiene antecedentes, puede solicitar la suspensión de la condena.

. ¿Por qué la diferencia de criterios entre una y otra parte? La solicitud de condena más alta incluye el agravante de abuso de confianza, algo que no ha tenido en cuenta la fiscalía. «El denunciado con ánimo de apropiarse con dinero recibido mediante engaño indujo a realizar un acto de disposición a la comunidad de propietarios denunciada aprovechándose para ello de sus credibilidad empresarial o profesional», dice el escrito de acusación.

De salir condenado, M. D. A. también tendrá que devolver con intereses el dinero apropiado fraudulentamente y, de no tenerlo, se procedería a embargar las propiedades que pudiera tener.

El conocido administrador acumula un reguero de denuncias de varias comunidades de vecinos de Candás y Luanco. El inicio del escándalo se inició en Gozón. Los impagos de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (SAREB) destaparon el caso de los supuestos delitos que perpretó el administrador que tenía su oficina en la calle Pedro Herero de Candás.

SAREB

¿Cuál fue la conexión? El «banco malo» (así se conoce a la SAREB) no pagaba a tiempo la comunidad de algunos pisos de los que era titular en La Vallina. Entonces el resto de los vecinos decidieron adelantar los pagos para no entorpecer el funcionamiento y los pagos habituales en edificio: empresa de limpieza, de electricidad, del ascensor, al jardinero… Una vez que la sociedad estatal abonó lo que le correspondía, los vecinos quisieron recuperar el dinero y se percataron de muchas irregularidades en las cuentas. «Había firmas falsificadas, cargos que no eran nuestros, había sacado dinero del banco sin nuestro permiso, dejaba las cuentas a cero...», explicó uno de los presidentes vecinales.

Local comercial precintado en la calle Pedro Herrero. (LORENA VENTURA)