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Descarga la portada en .pdf >> Número 164. Enero 2019

Finca en la que está ubicado el kiosco de Prieto. (P. PASCUAL)

El kiosco de Prieto languidece en una finca de La Matiella «custodiado» por el Consistorio

La propietaria quiere donar la estructura a una

entidad de minusválidos que se está gestando en Carreño

05/01/2019 / Carreño

PEDRO PASCUAL (Candás)

El kiosco de Prieto, desaparecido de La Baragaña alta desde 2003, vuelve a la actualidad. No por su regreso, sino por el mal estado en que se encuentra, según la propietaria, en una parcela municipal en La Matiella. Más de quince años después de su retirada por la construcción del Centro Polivalente, la intención de su propietaria, Asunción Prieto «Choni», era donar la estructura a una asociación de minusválidos que se está formando en Carreño, pero se ha encontrado que el quiosco, custodiado por el Ayuntamiento, se encuentra «tirado en un prao municipal en La Matiella», asegura.

Cuando se derribó el colegio San Félix para construir el Polivalente, el Ayuntamiento, presidido por el socialista Ángel Riego, llegó a un acuerdo para retirar el quiosco, que tenía una concesión en precario desde 1971, y depositarlo en los almacenes municipales de La Matiella.

En el documento aprobado para su retirada, se recogía que su custodia corría a cargo del Ayuntamiento hasta que finalizase la construcción del nuevo edificio a realizar en la zona.

COMPROMISO

Tras ello, el Ayuntamiento se comprometía a colocar de forma inmediata a la finalización el quiosco en su lugar. El documento indicaba que «el convenio no modificará en caso alguno las condiciones de ocupación de dominio público que en el momento de la firma se encuentren vigentes».

«Nunca se cumplió ningún acuerdo», señala Prieto. En su momento, la propietaria pidió «que me lo guardara la fábrica que lo había hecho, que pagué mucho dinero, pero al final determinaron llevarlo a unos almacenes de La Matiella. Allí estaba resguardado y entonces acepté la situación, con vistas a que se iba a reponer». Ante el incumplimiento de las condiciones acordadas por parte del equipo de gobierno de Ángel Riego, Prieto acudió a los tribunales, que no le dieron la razón, aunque la juez abría la puerta a un nuevo pleito para reclamar daños y perjuicios por «vulneración de confianza». También consiguió «Choni» Prieto el respaldo de la procuradora del Principado de Asturias, la socialista María Antonia Fernández Felgueroso, que recomendaba al Consistorio carreñense que «se dé cumplimiento en los términos del convenio firmado y en cuya virtud se formaliza la voluntad administrativa de reponer el quiosco a su ubicación original». De nada sirvió.

La intención de Prieto era ceder la estructura, que «me costó tres millones de pesetas», a una asociación de minusválidos del concejo «para que sirva de puesto de trabajo para alguien de la asociación. Lo llevaban muy adelantado. Se lo quiero dar, pero el Ayuntamiento me lo tiene que devolver perfecto. Y entonces se lo daré a la asociación».

«Poco antes de Navidad, me enteré de que el kiosco está tirado en un prao donde los depósitos del agua», explica «Choni» Prieto. A la asociación «no le voy a dar un cacho de tabla, sino un quiosco decente», reclama Prieto, que se plantea «pedir daños y perjuicios». Una acción que esperará a «después de Reyes», ya que «si no me hacen caso durante el año, menos me harán en Navidades».