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Descarga la portada en .pdf >> Número 215. Abril 2023

El inventor muestra cómo encajan los envases, como si de piezas Lego se tratase. (L. VENTURA)

CONCIENCIA MEDIOAMBIENTAL A BLOQUE

Un vecino de Luanco patenta unos envases que pueden reutilizarse
para un sinfín de aplicaciones al transformarse en «ladrillos»

01/04/2023 / La Contra

LORENA VENTURA (Luanco)

Su profesión de arquitecto y un documental sobre las antiguas civilizaciones hicieron el resto. Óscar Alberto Folasco Lubrano, vecino de Luanco de 66 años, ha patentado un ecodiseño para disminuir el residuo de plástico y que cuenta con el aval del Centro Europeo de Empresas e Innovación del Principado de Asturias (CEEI Asturias) en Llanera, la Ciudad Industrial Valle del Nalón (Langreo) y del programa Quinta Circular promovido por Impulsa Gijón y ejecutado por la empresa Enviroo. «Siempre me han llamado la atención este tipo de construcciones formadas por piedras bien trabajadas y que encajan unas con otras», indica el inventor.

Entonces unió este concepto a la sostenibilidad y nació el envase con un segundo uso constructivo. «Creo que es interesante para no tirar los envases de plástico ni siquiera al cubo amarillo de Cogersa, sino construir cosas», destaca el inventor, quien hace hincapié en que el consumidor final tiene que ver una posibilidad, algo útil en ese objeto, no considerarlo como un desperdicio.

El envase sostenible, que ha sido bautizado con el nombre de «Erens», se centra en el origen, en el fabricante. Es decir, que no llegue a generarse basura, sino que los propios recipientes de plástico tengan una segunda vida. ¿Cómo? Convirtiéndolos en bloques o ladrillos para edificar un sinfín de objetos, ya que permiten múltiples usos. El proyecto también encuentra la inspiración en los bloques Lego.

Así, explica, cada uno podría armar lo que quiera. Pueden ser utilizados como un juego para niños, pero también para construir casetas para el jardín, biombos separadores para oficinas, invernaderos, muros, recipientes de almacenaje, como aislante de edificios y para hacer estanterías más o menos robustas en función del material que se rellenen en la base. «Se pueden hacer muchísimas cosas porque tiene una forma que ensambla uno con otro y se va armando», explica Folasco.

Los envases son adaptables a diferentes tamaños. «Se puede cubicar o llevar a la medida que uno quiera. Se puede hacer de medio litro, un litro…», concreta. Y encajan porque están basados en una idea básica. Sobre plano son bloques que permiten las tres dimensiones edificándolos en base a dos protuberancias y dos cavidades. «Tiene machos y hembras donde van emparejandos unos con otros, también en vertical», indica el diseñador.

Folasco arrancó con el proyecto sostenible una vez llegada la jubilación. Poco después, en 2019, fue admitido en el programa Impulsa de Gijón, donde construyó su primer prototipo en 3D, dejándolo un poco de lado a raíz de la pandemia. Una vez llegada la nueva normalidad, el arquitecto desea que su idea entre en una nueva fase, la más crucial: que se fabrique en serie. «Busco a una empresa que lo asimile y lo lleve adelante», expone. Y mira a firmas de agua, leche o de productos de limpieza. De ahí que haya iniciado un periplo por fabricantes asturianos para implementarlo. La tarea no está siendo fácil, a pesar de que «en todos los sitios se han interesado. El tema es cómo llevarlo a cabo».

CAMBIO ARRIESGADO

El problema es económico. Pocas empresas pueden arriesgarse a cambiar una cadena de producción que ha costado millones. El siguiente paso sería hacer una matriz con el nuevo prototipo y adaptarlo a una fabricación en serie, cinta transportadora incluida, que lo haga rentable. «Tiene los tres puntos de la sostenibilidad: ecológico, social y económico», defiende Folasco Lubrano, quien también recuerda que «un envase se puede hacer de una forma u otra. No tiene que ser necesariamente cilíndrico».

El precursor dirige su mirada a la administración y a la posibilidad de que los fabricantes, que opten por esta opción, reciban algún tipo de ayuda. «Estamos haciendo una labor ecológica en la que todos tenemos que contribuir y hacer un esfuerzo en la lucha contra el plástico», recuerda el vecino.