
El inmueble presenta este aspecto actualmente. (L. VENTURA)
Una comunidad de La Obligada, «afectada gravemente» por una ocupación
Alerta de un posible incendio al igual que ocurrió en otro
inmueble en el que residía un morador ilegal
01/08/2025 / Gozón
LORENA VENTURA (Luanco)
Una comunidad de propietarios de la calle de La Obligada ha trasladado al Ayuntamiento de Gozón el suplicio que están sufriendo los residentes y reclama una «respuesta urgente» ante los problemas derivados de la ocupación de un inmueble colindante. Los afectados presentaron una queja formal a través del Registro Municipal el pasado 10 de julio para alertar del «peligro constante de incendio que pone en riesgo vidas humanas y bienes materiales» por el estado de una casa abandonada de la calle Doctor Cors, cuyo patio linda con la parte trasera del edificio de viviendas.
Se da la circunstancia que, donde residía anteriormente el ocupa, hubo un incendio, de ahí que la preocupación sea máxima. «Según hemos podido comprobar, el origen de esta acumulación insalubre proviene siempre de la misma persona, “vecino ocupa” de esta propiedad, cuya conducta negligente ya ha provocado al menos un incendio documentado, en el cual fue necesaria la intervención urgente de los bomberos y de los cuerpos de seguridad», recuerdan, al tiempo que señalan que «hubo un conato de incendio a finales del año pasado» en el propio inmueble de la calle de La Obligada.
RATAS Y GARRAPATASEsta persona en cuestión habría dejado el inmueble a finales de julio debido a un achaque de salud. Aún así, la comunidad de propietarios insiste en que se encuentra «afectada gravemente» por «la acumulación constante de basura y enseres en el patio» y reclama públicamente al titular del inmueble que lo adecente. «Estamos hartos y profundamente preocupados por las consecuencias que esta situación acarrea: malos olores, plagas, imposibilidad de uso de las zonas comunes y, sobre todo, por el peligro constante de incendio», resumen. La presencia de plagas desespera: «Es un tema de salud pública».

La parcela está llena de vegetación. (L. VENTURA)
En concreto, mencionan bichos de todo tipo y ratas. «Los vecinos han sufrido las picaduras porque los insectos suben por las paredes del patio. Hay, incluso, garrapatas», clama uno de los residentes.
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Por todo ello, solicitan que se realice una inspección técnica y/o sanitaria urgente en las zonas mencionadas, se adopten medidas administrativas o legales oportunas para evitar la reiteración de esta conducta por parte de la persona responsable y que, si procede, se traslade esta situación a los Servicios Sociales o cuerpos competentes para su atención e intervención.
QUEMAS Y CONATOS EN LAS MORADAS DEL ERMITAÑO
Los vecinos recuerdan que la «Casa de las Novillas», donde residía Javier de la Rosa, ya fue pasto de las llamas
01/08/2025 / Gozón
L.VENTURA (Luanco)
La comunidad de propietarios de la calle de La Obligada recuerda el incendio en una vivienda ocupada. Se refiere al edificio catalogado de la calle La Riba, conocido como «Casa de Las Novillas», que fue pasto de las llamas en diciembre de 2018. De aquella, los residentes de la zona lamentaban que fue algo que «se veía venir» porque un ocupa encendía hogueras en el interior del inmueble. «Ya había prendido fuego más veces, los vecinos se lo esperaban desde hace tiempo, el año pasado quemó una manta», señalaba de aquella un vecino de la zona.
Uno de sus últimos moradores, Javier de la Rosa, conocido como «El ermitaño de Luanco», se encontraba, dos horas después de apagarse el fuego, tomando una cerveza en la Plaza La Ribera. «Yo ya no vivía ahí hace tres años. No sé qué pudo haber pasado en la casa. Era de una señora muy mayor que me dejó vivir allí durante cinco años. Es muy maja y le dije que no tendría problemas conmigo, pero ahora vivo en otro sitio y nunca he sido un ocupa», aseguraba De la Rosa.
El propio párroco de Luanco de entonces, Alejandro Rodríguez Catalina, se vio afectado por el suceso. «El cura salió por la noche asustado y se dejó las llaves dentro de casa, pero yo tengo una copia y vine a traérselas. De madrugada se derrumbó el tejado», explicaba la catequista.


Dispositivo en el incendio de La Riba y humo en un chalé de Aramar. (V. FERNÁNDEZ / L. VENTURA)
En febrero de 2021 volvieron a saltar las alarmas cuando el vecindario de Luanco vio salir una columna de humo de una vivienda unifamiliar abandonada de la urbanización Los Laureles (el «Chalé de Cabrero»). Una vez en el lugar, EL FARO se encontró al sintecho tomando tranquilamente un refrigerio en la terraza de la vivienda. Aclaró que no pasaba nada, que simplemente había hecho fuego por motu propio. «Está todo bien; no se preocupe», afirmó.




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