Descarga la portada en .pdf >> Número 158. Julio 2018

«El negro que venda en Marruecos,

que es donde tiene que estar»

07/07/2018

LORENA VENTURA (Candás)

Domingo 3 de junio, sobre tres de la tarde. Nieves Zamora, una vecina de Oviedo, residente en Candás por temporadas, manda un whatsapp a un amigo para invitarle a tomar un café en la carpa de las Jornadas del Pulpo de La Matiella. Llega el conocido y desata un polémico incidente. ¿Qué pasó? Las versiones son diferentes según quien las cuente.

«Directamente no le dejaron entrar. A cuenta de nada. Le negaron la entrada. Salimos una amiga y yo. Explicamos que venía a nuestra mesa, que le habíamos invitado y nada. Le abracé, le di un par de besos para que vieran que venía con nosotros y tampoco. Él no puso muy buena cara, como es normal. Comentó “Sois unos racistas”, como es lógico. Las cocineras estaban en la parte de fuera, con las ollas de cobre y demás, lo llamaron “hijo de puta” y le hicieron la peineta. Fue super bochornoso», relató Nieves Zamora. La ovetense explicó que pagaron su consumición y se marcharon del lugar inmediatamente porque «tampoco era para montar allí un espectáculo y estropear la comida a nadie».

Sin embargo, el gerente de la pulpería, Jacinto Grandío, explicó que «hay bastantes testigos de lo sucedido» y que no se trató de un incidente racista. Indicó que se le negó el pasó porque quería comercializar pulseras, bolsos y demás en sus instalaciones. «El negro quería entrar a vender productos que llevaba. Pago el puesto para vender yo, no para que venda el negro. El negro si quiere vender tendrá que poner otro puesto y pagar. El negro que venda en Marruecos, que es donde tiene que estar», espetó. Además, el empresario niega que se insultara al conocido vendedor ambulante de Candás, que en la actualidad cuenta con un puesto en el mercadillo semanal. «Insultos nada. Fue él el que insultó al pulpero», dijo.

El gerente de una pulpería justifica con estas palabras la polémica prohibición de paso a una persona a la carpa de las fiestas de La Matiella

Sin querer entrar en polémica, Serín Ndoye corroboró la versión de Nieves Zamora y clarificó que se enfadó cuando le impidieron el acceso a la carpa. «¿Qué pasa? ¿No entro porque soy negro? La camarera me contestó: “Sí, es por eso”. Entonces, la verdad es que yo insulté», relató el senegalés. Asimismo, apuntó que acudió a otro local del centro con sus conocidos. El joven también quiso dejar claro que «hace dos años fui allí a vender y ya me habían dicho que allí no se podía y lo respeté. No volví más. Si no me hubieran llamado, no hubiera ido. No quise ningún lío. Marché por la gente de Candás».

La turista se mostró afectada por lo sucedido porque «nadie se merece que le hagan eso. Respeto humano. Encima es una persona que particularmente nos duele. Todo el mundo lo tiene como de casa. Es muy querido y apreciado. Nada conflictivo. Lo llamo cariñosamente “el senegalés de Candás”», valoró Nieves Zamora, que se siente «muy unida a Candás, una maravillosa villa».

MEDIDAS OPORTUNAS

La mujer quedó tan impactada y bloqueada por el desarrollo de los hechos que «no puse denuncia, pero luego me arrepentí. Esas cosas no se pueden permitir», relató. De todas formas, su intención es hablar con las asociaciones de vecinos de La Matiella y Amigos de Candás, promotoras de las fiestas, para alertar de lo ocurrido y que tomen las medidas oportunas. «Deben tener en cuenta está atrocidad para años posteriores. Cuando vuelvan a hacer una fiesta del pulpo, será por pulperías. Que no se lleven la “pasta” de Candás unos indeseables. No es cosa de los organizadores y, a lo mejor, los dueños de la pulpería son unas bellísimas personas», valoró la turista.