Número 115. Diciembre 2014

Un hombre, encaramado en un puente grúa, realiza trabajos de remozado en uno de los edificios de la Ciudad de Vacaciones. (P. FERNÁNDEZ)

La reforma exterior de 227 edificios de Perlora fue adjudicada por solo 235.525€

El Gobierno aceptó la propuesta de una empresa gijonesa tras

solicitar documentación extra ante las sospechas de baja temeraria

Diciembre 2014 / Carreño

PAULA FERNÁNDEZ (Perlora)

Obras públicas «low cost». La reforma de la Ciudad de Vacaciones de Perlora se solventará con un gasto de poco más de mil euros (exactamente 1.037) por cada edificio. La obra, que ya está en marcha, está presupuestada en apenas 235.575 euros (más IVA), un importe que incluye la rehabilitación exterior de nada más y nada menos que 227 edificios (222 chalés, los dos comedores, las oficinas, la antigua escuela taller y la iglesia). Y los trabajos a ejecutar no son pocos: según estipula el contrato, la empresa adjudicataria deberá picar y arreglar los desconchados de las fachadas, desmontar los canalones, limpiar la maleza de los edificios con desbrozadoras, subsanar los desprendimientos de gresite y plaquetas, reparar las cubiertas y los encofrados y dar dos manos de pintura especial antimoho en todas las fachadas y aleros.

Aunque se trate de un «lavado de cara» exterior –la obra no solventa la necesaria habitabilidad de los inmuebles para su explotación turística–, la propia envergadura de la Ciudad de Vacaciones hace pensar que el presupuesto puede llegar a ser insuficiente. De hecho, el pliego de condiciones menciona que habrá que retejar un total de 19.769,75 metros cuadrados de cubiertas. O sea, la superficie equivalente a dos campos de fútbol. Los trabajos de pintura no serán menos importantes: será preciso aplicar color blanco en 2.691 metros cuadrados, y pinturas de diferentes totalidades en 19.602,29 metros.

Aunque la obra salió a concurso con un presupuesto muy ajustado (490.022 euros, impuestos incluidos), las ofertas presentadas sorprendieron al propio Gobierno del Principado que, ante la sospecha de la existencia de bajas temerarias debido ante el importe «anormal» de las mismas, decidió solicitar documentación extra a dos empresas, tal y como exige la ley española y europea.

Las firmas a las que se exigió la justificación de las ofertas fueron Instalaciones y Construcciones Gardi S. L. (que proponía ejecutar la obra por 235.575 euros) y Construcciones Martínez Monasterio S. L. (236.961 euros). Esta última no presentó documentación alguna, por lo que quedó automáticamente excluida.

La Mesa de Contratación del Principado escogió los servicios de Instalaciones y Construcciones Gardi S. L., que fue contratada porque era la oferta económica más favorable para la Administración y porque se entendió que la propuesta, pese al bajo coste, justificaba aspectos como los «costes de materiales y maquinaria, el beneficio industrial», así como la «mano de obra propia de la empresa». Por todo ello, la Consejería de Hacienda y Sector Público concedió el 2 de octubre el contrato a esta firma gijonesa, que tiene su domicilio fiscal en una vivienda de Somió.

UCRANIANOS SUBCONTRATADOS

Ajenos a las circunstancias administrativas que rodean a la reforma, a los residentes de Perlora les está llamando la atención las condiciones laborales de los trabajadores. Un vecino de la parroquia contactó con este periódico para alertar de que «hay gente trabajando sábados y domingos en la Ciudad de Vacaciones e incluso duermen allí». Los propios obreros confirmaron a EL FARO la primera premisa, aunque negaron la segunda. «Si un día tenemos que arreglar una fachada y llueve no podemos trabajar. Luego, si hay prisa, tenemos que venir sábados y domingos», aseguraron. Para poder estar disponibles cuando les requieran, asentaron su residencia provisional «en el pueblo de al lado, en Perlora», dicen. La mayoría de los trabajadores son de nacionalidad ucraniana.

Al parecer, la obra se podría estar ejecutando por un precio todavía más barato que el que ganó el concurso, ya que los operarios, que trabajarán durante cuatro meses, aseguran que están vinculados a una subcontrata, «una empresa de Murcia», y no a Instalaciones y Construcciones Gardi S. L.