Descarga la portada en .pdf >> Número 131. Abril 2016

Pretenden trasladar a Falmuria el crematorio de animales de Gijón

La empresa Prinascan SL busca un emplazamiento «más tranquilo» tras ser pionera al abrir un tanatorio de mascotas hace 10 años

Abril 2016 / Carreño

PAULA FERNÁNDEZ (Prendes)

Prinascan S.L. tiene intención de trasladar un crematorio de animales que tiene en Gijón a una parcela del polígono de Falmuria. La empresa actualmente posee un servicio funerario para mascotas en el área industrial de Roces, pero busca un emplazamiento «más tranquilo» donde los dueños de las mascotas puedan velarlas sin el ajetreo de las empresas cercanas. La calle Albandi del polígono de Falmuria (Prendes) le pareció a la firma una opción buena y más teniendo en cuenta que está bien comunicada con Avilés, Gijón y Oviedo.

La empresa fue pionera en España al abrir un tanatorio para mascotas hace 10 años. Y es que además de ofrecer el servicio de incineración de animales, también cuenta con salas donde llorar el fallecimiento de un ser querido. La idea sería novedosa en Carreño, pero ya existen varias empresas en otras provincias que ofrecen este servicio. «La oferta responde a la demanda de quienes tienen mascotas, sobre todo perros y gatos, pero también todo tipo de animales como pájaros, hurones o tortugas, que según las normas vigentes deben incinerar los animales a través de una empresa autorizada o enterrarlos en un cementerio autorizado», explicó Gabriel Rodríguez Fernández, concejal de Urbanismo. De hecho, está prohibido enterrar e incinerar animales sin permiso, por lo que la mayoría de los vecinos, cuando fallecen sus mascotas, recurren a la clínica veterinaria de confianza para se hagan cargo de todo. Las tasas van de 100 a 260 euros, según el peso del animal, a lo que se suman las urnas, que cuestan entre 20 y 200 euros.

La voluntad de Prinascan de instalarse en Carreño se abordó en una comisión de Urbanismo. Fue una petición previa. La empresa solicitó al Ayuntamiento conocer las condiciones para abrir el horno crematorio en el polígono de Falmuria.

Se trata de la primera petición de este tipo que surge en CEn concreto, prevé establecerse en una parcela de 445 metros cuadrados, donde se construirían 221 metros. El concejal del ramo argumentó que «la parcela cuenta con dos calificaciones urbanísticas: industrial (aproximadamente el 60% de superficie) y dotacional (el 40% restante)».

Por ello, el equipo de gobierno tuvo que consultar con los técnicos municipales para dar una respuesta a Prinascan. Concluyeron que el crematorio tendría cabida dentro del planeamiento urbanístico de Carreño, con la salvedad de que las incineraciones solo podrían hacerse en la parte de la parcela con calificación industrial, «siempre que la instalación pretendida se ajustase a las determinaciones del Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas, así como a las instrucciones técnicas y normativa sectorial que resultan de aplicación en este tipo de instalaciones». Los técnicos añadieron en su informe que se podría considerar uso industrial la incineración de subproductos animales, como sería el caso.

En el supuesto de que Prinascan siguiese todos los trámites, los vecinos podrían alegar sobre el proyecto, ya que el Ayuntamiento lo sacaría a información pública. También se tiene que reservar un 40% de la finca, la que está calificada como uso dotacional.

PRECENDENTE:

PERRERA EN TAMÓN

Carreño parece que gusta a las empresas relacionadas con los animales, aunque no siempre cuentan con el visto bueno del Ayuntamiento. Ocurrió con el proyecto de la Fundación Protectora de Animales del Principado de Asturias, que pretendía construir una perrera en Tamón. Se denegó la autorización para que el proyecto saliera adelante basándose en un informe de la CUOTA (Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias) que consideraba poco idónea la ubicación. En su caso, los vecinos presentaron 124 alegaciones.