Descarga la portada en .pdf >> Número 131. Abril2016

Todos juntos posaron para una fotografía que recordase el momento vivido. (E. F.)

LECCIONES MUY CERCANAS A ESCENA

10 familiares de los alumnos de Infantil del colegio

La Vallina representaron una obra de teatro educativa

Abril 2016 / Gozón

PAULA FERNÁNDEZ (Luanco)

Aprender no es solo cuestión de ir a clase, también se crece intelectualmente en familia y entre bambalinas. Un grupo de nueve madres y un padre de los alumnos de Infantil de 5 años del colegio La Vallina enseñaron a sus hijos la vida y obra de artistas del siglo XX a través de una obra de teatro que se celebró en el salón de actos de la Casa de la Cultura de Luanco, la mañana del 16 de marzo. Así las cosas, salieron a escena Frida Kahlo, Salvador Dalí y Gaudí.

También un recordado escultor candasín: Antonio Rodríguez «Antón». Sus obras aparecieron en la trama, como el autorretrato de Frida Kahlo, «La Marinera» de Antón o el lagarto del Parque Güell de Barcelona. Sonia Huerta Álvarez se metió en la piel del reptil, para lo que recicló una cazadora de ante gris que transformó en escamas, a la que añadió tela de un pantalón y calcetines para darle relieve.

Erika Álvarez Viña, que se convirtió encima del escenario en Frida Kahlo, cuenta que para planificar la producción teatral se ayudaron del libro «El insólito ladrón de talentos», al que fueron añadiendo personajes. Uno de ellos fue un trol, que intentó quitar el talento de los artistas que aparecían en escena.

En este caso, Agustín Estébanez, el único padre que estuvo en el escenario de la Casa de la Cultura, se hizo con este papel determinante, ya que sirvió de hilo conductor de la trama y divirtió a los «peques» durante la hora y media que duró la función. «Es un artista por cómo hace los gestos, los saltos, el tono de voz...», ensalza Raquel García García-Pumarino, que se transformó por un día en Gaudí.

Dos maestras de infantil de La Vallina, Isabel Teresa Rodríguez y Mari Luz Bouzas fueron las promotoras de esta actividad lúdica y educativa a partes iguales. Ambas aplican un método novedoso para enseñar contenidos. Las familias de los escolares valoran más que positivamente su labor en las aulas. «Nuestros hijos aprendieron a escribir y leer casi sin esfuerzo. No traen tareas para casa, solo una vez a la semana hacen una ficha sobre un libro», dice Álvarez Viña.

Las familias participan activamente en el aprendizaje de sus hijos, de ahí a que ya estén pensando en volver a representar esta obra de teatro a final de curso. Y es que además de haber sido una sorpresa para los niños que acudieron como público, la trama les sirvió a los pequeños para recordar a estos artistas del siglo XX y a sus padres para ahondar más sobre ellos, ya que a algunos ni siquiera los habían estudiado en su etapa escolar.