Descarga la portada en .pdf >> Número 136. Setiembre 2016

Deja inconsciente a un mierense

que tomaba un café en La Ribera

Setiembre 2016 / Gozón

PAULA FERNÁNDEZ (Luanco)

Un hombre dejó inconsciente a un vecino de Mieres la mañana del 7 de agosto. Según fuentes policiales, el agredido, de 43 años, estaba con su pareja, de la misma población minera y de 41 años, tomando un café en un establecimiento hostelero ubicado en la zona de La Ribera. Ambos disfrutaban de un día de verano en Luanco, ya que tienen su segunda residencia en esta localidad desde hace años.

Al terminar las consumiciones, la víctima llamó al camarero del local por su nombre para que le pasara la cuenta. Otra persona que estaba allí se sintió ofendida por motivos que se desconocen y se encaró con él. El mierense trató de explicarle que solo quería abonar el precio de las bebidas, pero el agresor no entró en razón y, sin ton ni son, la emprendió con él. El individuo se abalanzó sobre él y le propinó golpes por todo el cuerpo, sobre todo en la cabeza, con un bastón extensible. Su pareja también resultó herida al tratar de parar al agresor. Sin embargo, no logró el cometido a tiempo, ya que la víctima llegó a quedar inconsciente.

El agresor le propinó golpes

por todo el cuerpo con un

bastón extensible dejando

un reguero de sangre

La mujer avisó pronto a la Policía Local para que detuviera la pelea, tal y como explica la Benemérita. Los agentes municipales le confiscaron el objeto con que se produjeron parte de los golpes, además de identificarlo. La denuncia fue interpuesta en el cuartel de la Guardia Civil de Luanco la mañana del 9 de agosto.

Luanquinos que suelen frecuentar establecimientos de La Ribera destacaron que se formó «un reguero de sangre» en la zona de la agresión. Este hecho recuerda otro similar que ocurrió en la madrugada del 31 de julio de 2011, durante las fiestas de San Félix, en Candás. Un grupo de jóvenes agredieron a un candasín de unos 40 años sin tener a priori causas justificadas para ello, en las inmediaciones al parque de Les Conserveres, donde estaban actuando las orquestas. En este caso, la víctima perdió visión en un ojo por los golpes y patadas que le propinaron en la cabeza.