El Aston Martin se utilizará para varias escenas. «Al tener la matrícula roja, temporal y profesional, tuve que llevarlo yo mismo. Causó mucha sensación en el set de rodaje el coche», explica Mier Prieto, quien adquirió el vehículo en Estados Unidos a través de un distribuidor. «De momento es el coche más impresionante que hemos tenido», añade el comercial. Y es que este modelo de la marca americana sube de valor cada día, al ser también la escudería de Fernando Alonso. «Nos dan 250.000 euros por él. Santi Carzola también vino a verlo, pero es que ahora mismo y después de la llamada de Aston Martin, somos conscientes de que no podemos darle un valor económico. Puede valer lo que pidamos», confiesa Mier.

De momento, el coche rodará diferentes escenas y es el equipo de producción de la película el que cubre el seguro. A partir de ahora, los socios de Crisfer, Alberto Mier y Joaquín González, contarán con una flota de vehículos para películas y series que quieran contratarlos. «Fue gracias a la idea que tuvo “Wes” (Andrés Rodríguez Balbín), quien nos ofreció salir a este mercado, ya que tiene contactos en el mundo de Netflix y demás plataformas», explica González, que asegura que el Aston Martin es un «gira cuellos». «Vaya a donde vaya con él, la gente se para para mirarlo. A mi hija le da hasta vergüenza subirse en él», cuenta González, entre risas.