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Descarga la portada en .pdf >> Número 227. Abril 2024

Fernández, ya en Candás, muestra las seis medallas de los seis maratones y se cuelga la más especial. (L. V.)

Julio Fernández completa en Tokio el reto de correr los seis mejores maratones

«Estoy muy satisfecho, es el no va más. Los he terminado con buenos tiempos y dos podios», valora el atleta

26/03/2024 / Deportes 2024

LORENA VENTURA (Candás)

El 3 de marzo supuso un antes y después en la vida de Julio Fernández Martínez. A sus 76 años, el candasín entró en el exclusivo y pequeño círculo que logra completar los seis mejores maratones del mundo. «Sólo hay 266 personas de mi edad con los seis majors. Estoy muy contento», valora. Y lo ha hecho de seguido, ya que comenzó el reto en Berlín en 2019. Le siguió Londres (2021), Nueva York (2022), Boston (2023), Chicago (2023) y Tokio (2024). «Estoy muy satisfecho. Es el no va más porque no sólo los he terminado, sino que también he subido al podio en varios de ellos, haciendo buenos tiempos», apunta el atleta, quien admite que tiene «muchas ganas de seguir corriendo». Sus próximas citas serán más cerca: Segovia (14 de abril) y Gijón (5 de mayo).

En lo estrictamente deportivo, la cita nipona no fue tan bien como en Nueva York o Boston, donde se colgó la medalla de bronce. De entrada, la salida se realizó a dos grados de temperatura. El frío fue la nota característica durante todo el recorrido, de ahí que buena parte de los competidores, incluido Fernández, tuvieron que ponerse «manguitos» para no acabar congelados porque hacía «mucho frío». Eso sí, el de Carreño lució dos dorsales, uno de la carrera y otro identificándole como corredor que luchaba por completar los seis mejores maratones del mundo. «Today is the day. Cheer me on. I’m going for my 6Th abbott World Marathon Majors Star» (Hoy es el día. Anímame. Voy por mi sexta estrella de Abbott World Marathon Majors).

Pero realmente el ambiente no fue tan alegre como en anteriores ocasiones. «No había tantas personas aplaudiendo como en otras maratones. Tampoco orquestas. Es una sociedad fría», relata el candasín.

La marea de corredores (más de 80.000) no ayudó para adelantar, como era intención del campeón. Aún así hizo los primeros 21 kilómetros en una hora y 51 minutos.

El revés llegó en el kilómetro 35 cuando las corrientes de frío le hicieron mella en «el lumbago y en la ingle». Entonces no le quedó otra que bajar el ritmo. «Completé el último tramo con mucha dificultad», recuerda. Aún así entró en el top ten.

Quedó en sétima posición. «No son muchas las personas con 76 años que se aventuran a correr maratones en el otro lado del mundo», señala.

Unas de las cosas que más le gustó de la expedición nipona fue conocer y charlar con Eliud Kipchoge, bicampeón olímpico en maratón y premio Princesa de Asturias en 2023. El keniata, que no tiene los seis majors, quedó sorprendido de la fortaleza del corredor de Carreño.

Alcanzar ese sueño no ha sido fácil. «Entrené muchísimo», admite, tanto como para recorrer de media «70 kilómetros a la semana». Cinco días antes de la prueba definitiva, se echó a la espalda otros «32 kilómetros» en sólo una jornada. Poco importó un catarro. No falló. Fernández realizó estas sesiones con algunos de los integrantes de «Las Gacelas de Candás». Es en este momento en el que hace patria. «Son todos unos fenómenos», ensalza, al tiempo que recuerda que otro vecino de Candás tiene los seis grandes, el fisioterapeuta Javier González Iglesias.

El corredor viajó a Tokio con la suficiente antelación (el 22 de febrero) para aclimatarse a la capital de Japón, ya que está a 10.526 kilómetros de distancia de la villa marinera. El viaje para él y su mujer, Carmen García Álvarez, duró más de 22 horas de avión.

La capital de Japón les sorprendió gratamente por la educación de sus habitantes, la limpieza de sus calles (a pesar de que no hay papeleras) y la riqueza cultural y gastronómica. El único pero fue el trofeo que recibió, ya que fue el más pequeño de todos. «Allí todo es pequeño. Las viviendas, los coches y la medalla», bromea. Cabe reseñar que en una misma ciudad conviven casi 14 millones de habitantes y el país cuenta con 125 millones. «Quedamos alucinados con el paso de peatones que cruzan a la vez 3.000 personas», aporta su mujer, quien también recuerda la velocidad del «tren bala». El matrimonio disfrutó mucho de la fiesta posterior a la maratón en la que hubo actuaciones, lucha libre y exhibiciones de samurái.