XX BECAS EL FARO
MIGUEL TORRALBO ARROYO

«QUE LAS CHICAS SE ANIMEN MÁS A ESTUDIAR INGENIERÍA»

Irene García de la Vega, beca
EL FARO junto con Eva Pidal Rodríguez, alienta a las
jóvenes a que se decanten
por los estudios técnicos

31/05/2025 / La Contra

LORENA VENTURA (Candás / Luanco)

Las becas EL FARO-Miguel Torralbo Arroyo cumplen dos décadas con una abrumadora realidad: la mayoría de las premiadas son mujeres. Sin embargo, pocas se decantan por los estudios técnicos. Sí lo hará Irene García de la Vega, mejor expediente de Bachiller de Gozón (9,94) que, por muy poco, no llegó a una media redonda. «Deseo que las chicas se animen más a las ingenierías porque en el bachiller tecnológico sólo somos dos», explica la joven de Susacasa (Nembro).

La becada de Carreño, Eva Pidal Rodríguez, ha logrado la misma media en el bachillerato de Ciencia y Tecnología por la rama de Biología. En su instituto no hay tal desequilibrio y está más compensado. De todas formas, cree que es importante «tener referentes reales» para que muchas más personas se animen a trabajar en sectores tradicionalmente masculinos. «Podemos afrontar cualquier reto», afirma.

¿Por qué carrera van a optar? La gozoniega se decanta por el doble grado en Ingeniería Informática y Ciencia e Ingeniería de Datos. Le ayudará tener una base en programación que le ha aportado el instituto Cristo del Socorro. «De siempre me han gustado las matemáticas, pero no tengo una pasión por una cosa. De letras no soy y como médico no me veo, así que por descarte», expresa García. Su asignatura favorita es Tecnología gracias a las lecciones de Héctor Miguel Fernández Rodríguez. Eso sí, no le gusta la Inteligencia Artificial (IA) porque «se ha generalizado mucho su uso y puede dar pie a una posible revolución, a la sustitución de personas por máquinas. Además, se le da mucho bombo, pero los datos que usa puede que no sean verídicos».

Las materias preferidas de la estudiante de Candás son Biología, Historia y Literatura, pero también se le dan muy bien los números. Lo que más le cuesta es Química y no tiene una media de diez por un nueve en Anatomía. «Era una asignatura densa, de memorizar», dice.

García cursará estudios en Gijón. Por eso, piensa emplear el premio en pagar parte del carné de conducir. Coche ya tiene, lo ha heredado de su abuelo. La candasina también desea ponerse pronto a sacarlo. En su caso, quiere estudiar Psicología en Oviedo. «Me gustaría ayudar a adolescentes porque es una etapa muy complicada y compleja que puede afectar en el futuro», indica.

Estos resultados son fruto del esfuerzo durante todo el curso. «Estoy contenta. Ha sido un año duro, bastante duro, pero salió mejor de lo que esperaba. En estas últimas semanas ni siquiera he podido salir a pasear», valora la gozoniega, que está deseando acabar la EBAU para desconectar totalmente antes de programar un viaje. «Voy a estar dos días sin hacer absolutamente nada», avanza.

ESCAPADA A LA COSTA BRAVA

De la misma idea es Pidal. «Te acabas cansando de trabajar tanto. Me exijo mucho y, a veces, me da la sensación que no llego a todo lo que tengo programado», admite la joven, que está deseando cerrar esta etapa de exámenes para salir con las amigas. «Seguramente iré a las fiestas de Antromero que me gustan mucho. Son las primeras junto con las del Regueral», destaca. Y empleará el dinero de la beca para hacer una escapada a Tessa de Mar (Costa Brava) que tiene prevista con su pandilla. Asimismo, aprovechará para leer libros, una de sus pasiones. Le gustan los clásicos, pero también del género de fantasía. Además, práctica ballet y toca el violín.

Entre lo uno y lo otro, la joven de Susacasa irá al pueblo de sus abuelos (Saelices de Mayorga). En esta localidad de Valladolid hay unas fiestas que «duran una semana» y allí «me encuentro con los amigos de siempre». También acudirá a las verbenas de Bañugues y Antromero, entre otras.

Echando la vista atrás se acumulan los buenos recuerdos. Lo mejor para ambas fueron los viajes de estudios «llenos de anécdotas» que vivieron en París y en Andalucía.

La candasina finaliza poniendo en valor al resto del alumnado. «Soy consciente de mi esfuerzo, pero no considero que tenga nada de especial. Mis compañeros también se han esforzado mucho, sólo que en mi caso quizá tenga más facilidad para adaptarme al sistema educativo», subraya.