«Debe estar sujeto a licencia, al igual que una casa. Por esa regla de tres se podría montar una caseta o una jaima. No puede ser», defiende Suárez García. Para dar la licencia de actividad, la Oficina Técnica Municipal fijaría las condiciones como el aforo máximo de la parcela o la distancia sobre la línea de costa.

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El apremio por parte del Ayuntamiento es una medida de protección a los propietarios frente a las sanciones. «El órgano con competencias es el Principado y me consta que se está actuando. Los expedientes sancionadores vienen del Principado. Estamos comunicando a todos los propietarios de las fincas, recodándoles la legislación vigente», aclara el regidor, que también deja claro que la administración está vigilante con esta problemática a raíz de denuncias de particulares. «Están llegando denuncias de vecinos, usuarios y/o visitantes a la Dirección General de Turismo (por acampada libre), a Salud (por falta de salubridad), a Costas (por ocupación de servidumbre) y al Ayuntamiento», puntualiza Suárez García. Y alguna de «una turista denunciando las aglomeraciones desde el punto de vista de la pandemia».

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Los focos de presión de vehículos se dan en Verdicio, Xagó y, en menor medida, en Bañugues. En el segundo caso las vías de solución son más sencillas porque se trata de terrenos públicos (dominio público marítimo terrestre –espacio dunar–) y la presencia policial causó el efecto disuasorio deseado.

El alcalde vuelve a insistir en que debe ejecutarse el Plan Territorial Especial del Suelo No Urbanizable de Costas (PESC) y así lo ha requerido hasta en tres ocasiones al Principado. Argumenta que sería la forma de hacer una «regulación sencilla» porque la negociación, que hubo en 2018 con los dueños de los terrenos no dio sus frutos. «La idea era que se aparcase en una zona y nos cedieran unos 100 metros cuadrados para poner unas duchas y unos baños. Pero nos dijeron que no», indica el regidor.