06/03/2021 / Gozón

LORENA VENTURA (Luanco)

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«El 2020 ha sido un año terrible. Ha puesto en situación de vulnerabilidad a toda la sociedad, haciendo que fuese necesaria nuestra colaboración e intervención en situaciones nuevas e inesperadas». Es el resumen que hace María Covadonga Gutiérrez González, presidenta de la Asamblea Local de Cruz Roja Gozón.

La pandemia ha disparado las intervenciones de la entidad, 3.448 (1.083 más que en Carreño), que han llegado a cerca de un 10% de la población del concejo, 934 personas. La mayor parte de los beneficiarios (834, entre directos e indirectos) han necesitado ayuda, al encontrarse en una situación de precariedad, para cubrir sus necesidades básicas: comida, ropa, calzado, pago de alquiler de vivienda y pago de suministros (luz y agua). 

A las personas ya de por sí vulnerables antes de la crisis sanitaria, se han sumado un nuevo perfil: personas más jóvenes que antes tenían una vida «normal», pero que han perdido sus empleos o se han visto afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). La pobreza no solo ha aumentado, también «se ha hecho crónica». «El tema de la hostelería (restricciones y cierres) ha puesto en riesgo de exclusión social a personas que antes tenía una situación normalizada», indica Rubén Castro Meana, técnico en Intervención Social. 

Cruz Roja también desarrolló iniciativas para favorecer la autonomía de los afectados y lograr la plena integración. Esto incluye la asistencia psicológica, tan necesaria en este contexto de pandemia, que agudizado la ansiedad y situaciones límite a nivel mental. También promover la igualdad de oportunidades educativas para que ningún niño se quede atrás. Cruz Roja abarca otros muchos aspectos para superar el bache: desde socorros sanitarios y mejora de la salud de los vecinos hasta intervenciones de inclusión social, información y orientación laboral, entre otros. 

La entidad gozoniega ha tenido que hacer frente a las crecientes necesidades de los vecinos con menos recursos que Carreño. Maneja un presupuesto de 36.784 euros frente a los cerca de 100.000 euros del concejo vecino. También son menos voluntarios (41 a 57) y socios (315 a 545). 

El covid-19 ha trastocado el trabajo de los voluntarios. Por ejemplo, hubo que suspender los talleres de Salud Comunitaria (para que los mayores se controlen la tensión, el peso o el IMC) o no se pudieron poner en marcha los talleres de prevención de conductas de riesgo en los centros educativos del concejo. «Nuestro deseo es poder retomarlos tan pronto mejore la situación sanitaria a lo largo del 2021», expone la presidenta. Desde la entidad se anima a los vecinos a que se sumen a un proyecto que tiene como valor fundamental la humanidad. En este sentido, Cruz Roja ha desarrollado la App «Voluntariado a medida» para facilitar que más personas puedan ayudar a quien lo necesita.